Si le han diagnosticado la enfermedad de Parkinson, lo primero que debe saber es qué es y qué no es. Aunque los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson suelen ser inespecíficos, siguen estando relacionados con la enfermedad. Su médico puede ayudarlo a reconocer los signos y síntomas del Parkinson y lo derivará a un especialista si es necesario. Si bien es posible que no tenga ningún síntoma específico, debe informarle a su médico sobre cualquier otro cambio en su vida.
Los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden ser similares a los de otros trastornos, por lo que su médico realizará una serie de pruebas de imágenes para descartar otras afecciones que puedan presentar síntomas similares. Es posible que también desee descartar la exposición a materiales tóxicos o medicamentos que podrían causar sus síntomas. El médico también buscará signos de temblor, rigidez muscular y lentitud de movimientos, que son los signos más comunes de esta enfermedad. En algunos casos, los síntomas de la enfermedad comienzan cuando estás en reposo o dormido.
Otros signos de la enfermedad de Parkinson incluyen temblores y rigidez, y un habla lenta y monótona. Si nota alguno de estos síntomas, es importante visitar a un médico para descartar otras afecciones o diagnosticar la afección. En algunos casos, incluso se puede recurrir a la cirugía para tratar los síntomas del Parkinson. Si ha experimentado alguno de estos síntomas o sospecha que puede tener la enfermedad de Parkinson, consulte a su médico lo antes posible. Él o ella podrá determinar lo que está experimentando y ayudarlo a comenzar su tratamiento.
A medida que avanza la enfermedad, la medicación se vuelve menos eficaz. Para etapas avanzadas de la enfermedad, los médicos cambian la dosis o la forma de los medicamentos. La apomorfina, por ejemplo, se inyecta debajo de la piel, mientras que la duodopa, un derivado de la levodopa, se bombea a través de un tubo hasta el intestino. El medicamento puede ser muy útil, siempre que lo administre un médico calificado.
La enfermedad es un trastorno neurodegenerativo que afecta a las neuronas productoras de dopamina en la sustancia negra. La afección es causada por marcadores genéticos, así como por factores ambientales. Provoca la muerte de las neuronas dopaminérgicas en el cerebro, lo que provoca movimientos anormales. La enfermedad suele desarrollarse en personas de 60 años o más. Los hombres tienen más probabilidades de desarrollarlo que las mujeres y generalmente ocurre después de un derrame cerebral.
Otro síntoma de la enfermedad de Parkinson es el movimiento lento e inestable. Algunos de estos síntomas son temblores, rigidez y problemas para dormir. Sin embargo, es posible que no notes los síntomas en tu vida si no los tienes. Es importante consultar a su médico, quien le ayudará a decidir si tiene la enfermedad de Parkinson. Si ha tenido estos síntomas antes, vale la pena buscar tratamiento.
En las primeras etapas, los síntomas no son graves. Sin embargo, pueden dificultar la realización de las tareas cotidianas. En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento de prueba y error para aliviar estos síntomas. Esta es la forma más común de la enfermedad de Parkinson. Su médico decidirá qué tratamiento es mejor para usted. Durante este tiempo, puede esperar que su médico cambie el medicamento que está tomando para encontrar la mejor dosis.
Aunque los síntomas de la enfermedad varían de persona a persona, algunos síntomas pueden ser sutiles o incluso imperceptibles. En las primeras etapas de la enfermedad, es posible que no note ningún síntoma. A medida que avanza la enfermedad, podrá notar que sus movimientos se vuelven más inestables y sin temblores. Todos estos son síntomas de la enfermedad de Parkinson. Aunque el diagnóstico es difícil, el sitio https://truthinhealthcare.org/
puede ayudarle a obtener un diagnóstico preciso y determinar la causa de sus problemas.
Algunos tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Algunas personas pueden encontrar alivio después de la cirugía. Este procedimiento implica colocar un pequeño electrodo en el cerebro. Luego se conecta una pequeña batería al electrodo a través de cables debajo de la piel. Aunque la cirugía no es una cura para la enfermedad de Parkinson, puede ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad. No es una cura, pero puede ayudar a aliviar los temblores y reducir la necesidad de medicamentos.
