Roger Waters, ofreció esta noche el primero de los dos conciertos previstos en un Palau Sant Jordi casi lleno con 13 mil 500 personas, con el que abre la gira europea de Us + Them que recuerda el pasado glorioso de la famosa banda de rock psicodélico y sinfónico.
Waters inició el concierto con el latido del corazón, la caja registradora y las risitas del inicio de Speat to me de Dark side of the Moon, a la que siguió la instrumental Breathe, primera ocasión para que el bajista británico mostrará su poderío con el instrumento, mientras desfilaban por el telón de fondo imágenes sugerentes de tortura o de inmigración.
One of these days, la primera canción de su álbum Meddle, en el que la mítica banda abandonó la psicodelia para entrar en el rock sinfónico, dio paso a uno de los temas emblemáticos de los Pink Floyd, Time arropada por una bandada proyectada de relojes, y a Breathe (reprise) y The Great Gig in the Sky, puro lucimiento de las dos coristas.
Al igual que hiciera hace siete años, cuando presentó The Wall, en esta ocasión Waters y su banda ofrecieron un espectáculo que a ritmo de nostalgia reivindica una forma de concebir el rock propia de los años 70 y 80.
Imágenes y música se funden sobre el escenario para ofrecer a un auditorio mayoritariamente nostálgico un pedazo de memoria histórica de la música de hace cuarenta años.
De hecho, el nombre de la gira Us + Them es un homenaje a la canción del mismo nombre del álbum Dark Side of the Moon de 1974, aquel cuya portada ofrecía una lección de cómo la luz se refracta al atravesar un prisma y se descompone en los colores del arcoíris, el mismo que ha presidido el escenario en el tramo final de la noche.
Las animaciones, de las que Pink Floyd fueron pioneros en el mundo de la música, acompañaron la interpretación de Welcome to the Machine, de su álbum Wish you were here.
Además de los clásicos de álbumes pinkfloydianos como Dark Side of the Moon, Wish You Were Here, Animals y The Wall, Waters interpretó algunas canciones de su más reciente disco en solitario, Is This The Life We Really Want, como el acústico Déjà Vu, las críticas The Last Refugee o Picture That.
Al final de la primera parte ha llegado el primer éxtasis con móviles iluminados al aire para el público con los acordes acústicos de Wish You Were Here, The Happiest Days of Our Lives y dos cortes ya convertidos en un clásico “Another Brick in the Wall Part 2 y Part 3, las tres de su célebre doble disco The Wall.