El jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, avisó hoy de que el líder independentista catalán Carles Puigdemont no podría formar gobierno en el “supuesto imposible” de que fuera elegido presidente regional de Cataluña a distancia, pues se encuentra en Bélgica huido de la Justicia española.
Si Puigdemont llegara a ser investido por el Parlamento catalán en esas circunstancias, debería tomar posesión y eso supone hacerlo físicamente, explicó Rajoy, es decir, presencialmente, y tendría que regresar a España.
Si no lo hace, el artículo 155 (de la Constitución española) seguirá en vigor”, avisó el gobernante, según decidió el Senado español en su día para frenar el proceso independentista catalán.
Ese artículo permite al Gobierno español, previa autorización del Senado, asumir directamente funciones desempeñadas por las autoridades de cualquier región cuando éstas incumplan las obligaciones que les imponen la Constitución u otras leyes.
En la Junta Directiva Nacional de su partido, el conservador PP, Rajoy apeló “al realismo y al sentido común” ante la pretensión de Puigdemont de ser investido estando fuera de España, y garantizó que esto sería recurrido de inmediato por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional.
Calificó de “absurdo” que Puigdemont pretenda ser candidato a presidente de Cataluña estando en Bruselas “y fugado de la Justicia”, y precisó que no es un problema de leyes, sino “de puro sentido común”.
La Justicia investiga al exvicepresidente catalán Puigdemont, sobre quien pesa una orden de detención en España, y al resto del anterior gobierno catalán por supuestos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos en relación con el proceso ilegal de independencia en esa región.
El Ejecutivo español, amparado en el 155, destituyó a todo el gobierno independentista catalán el pasado 27 de octubre, justo después de que el Parlamento regional aprobase por mayoría una declaración a favor de la secesión unilateral.
Entonces, Rajoy convocó elecciones autonómicas para el 21 de diciembre pasado, ganadas en minoría por los liberales de Ciudadanos, contrarios a la independencia.
Sin embargo, las fuerzas independentistas consiguieron en conjunto mayoría absoluta de escaños, y Puigdemont, el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y la mayoría de miembros del anterior gobierno regional resultaron elegidos diputados.
Rajoy cree que la respuesta del Gobierno en la crisis catalana “ha sido buena para España aunque acaso no lo haya sido para el Partido Popular”, que él dirige, porque se ha restituido la legalidad, pero el Partido Popular pasó de 11 a 4 escaños regionales en los comicios de diciembre.
Admitió que el PP ha cometido errores en Cataluña y tendrá que hacer mejor las cosas en el futuro.