El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, encabezó el festín de la rosca de Reyes que fue seccionada en el Zócalo para deleite de los capitalinos.
Los mil 440 metros de longitud, nueve toneladas de peso y 6 mil “niños” de este gigantesco pan dieron vuelta a la Plaza de la Constitución.
Miles de globos biodegradables surcaron el cielo con las cartas en las que los pequeños escribieron sus peticiones, sobre todo de juguetes, a los Reyes Magos.
La rosca fue preparada por la Cámara de la Industria Panificadora de México y cada trozo se entregó con cuartos individuales de leche.