El Papa Francisco recibió en privado al presidente de Bolivia, Evo Morales, por 28 minutos y al final de la audiencia el mandatario sudamericano agradeció el “apoyo” del pontífice al reclamo marítimo de su país al vecino Chile.
La cita tuvo lugar en la biblioteca personal del pontífice, en el Palacio Apostólico. Al momento de los saludos, el mandatario exclamó: “¡Hermano Papa, qué gusto!”. Luego, sentados uno ante otro, agregó que lo veía más joven.
“¡Ya me lo han dicho, es el trabajo, el trabajo rejuvenece!”, replicó Jorge Mario Bergoglio. Al final de la reunión, Morales se mostró “muy agradecido” por el quinto encuentro que sostuvo desde 2013 con el “Papa de los pobres”.
“Bolivia aún guarda recuerdos muy emotivos de su visita en julio de 2015 y su apoyo al proceso de cambio y de mar para Bolivia”, escribió Morales en su cuenta en la reed Twitter. “Mi hermano Papa Francisco, como siempre solidario, humano e integracionista.
Sus reflexiones por los más pobres, sus oraciones por la paz y contra la injusticia, siempre son para reflexionar. La reunión con el hermano Papa me da más fuerza y más compromiso con los más abandonados”, agregó en otro mensaje.
Pero el Vaticano no hizo ninguna referencia al contencioso entre Bolivia y Chile por la salida al mar. Un comunicado de la Secretaría de Estado aseguró que las conversaciones se desarrollaron en un “clima de cordialidad”.
En las mismas, precisó, se destacó la “contribución que la Iglesia ha dado y sigue asegurando a favor del progreso humano, social y cultural de la población del país”, y además aludió “a la actualización del marco de los acuerdos entre la Santa Sede y Bolivia”. Indicó que en los diálogos se mencionaron “algunos temas actuales de interés común”, aunque sin dar mayores detalles.
Tras el diálogo con el Papa, Morales se reunió, también en privado, con el “número dos” del Vaticano, el secretario de Estado, Pietro Parolin, quien estuvo acompañado por Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
La recepción al presidente boliviano en la Santa Sede tiene lugar justo un mes antes de la visita del Papa Francisco a Chile, prevista del 15 al 18 de enero próximo y que incluirá etapas en de Santiago, Temuco e Iquique.
Bolivia y Chile mantienen un litigio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en Holanda, por el reclamo boliviano a una salida soberana al mar. La demanda fue presentada por Morales en 2013 y busca recuperar las tierras que dan acceso a la costa y que fueron perdidas por su país en la Guerra del Pacífico de 1879.
Mientras la corte no emita una sentencia, Chile ha pedido a todos sus interlocutores que eviten pronunciarse sobre el tema. Eso también incluye a las autoridades diplomáticas, al Papa, a quien le han pedido expresamente no se pronuncie sobre el particular.
En las últimas horas, autoridades chilenas manifestaron su perplejidad a la Santa Sede por la recepción a Morales y esta misma semana, Gallagher recibió en privado al vicecanciller chileno, Edgardo Riveros, aunque no trascendieron detalles de esa reunión.