Dicen que el siete es el número mágico, pero para Elton John debe ser el setenta porque esa fue su época dorada y ahora, que precisamente ha cumplido 70 años, ha vuelto a aquellos buenos tiempos en el concierto rotundo y lleno de grandes éxitos que ha ofrecido hoy en Palau Sant Jordi de Barcelona.
A modo de anuncio de por dónde iban a ir los tiros, el espectáculo ha empezado con The Bich Is Back, (La zorra ha vuelto), un tema de los setenta cuya letra escribió su amigo Bernie Taupin para que Elton John la cantara en primera persona.
Un recorrido por los setenta que el británico ha roto para visitar el siglo XXI con I Want Love, la canción con la que ha rendido homenaje a las víctimas de los atentados “en conciertos, mercados y calles”.
“En los últimos años hay tantas muertes que no lo puedo soportar. Quiero que mis hijos crezcan en un mundo más tolerante que éste en el que vivimos”, ha dicho en Barcelona, ciudad que sufrió un sangriento atentado hace tres meses.
Tras este recuerdo a las víctimas, ha llegado uno de los momentos álgidos del concierto, un solo de piano de Elton John cargado de energía y talento, que ha logrado poner en pie al público, cosa nada fácil porque, durante la mayor parte del recital, el auditorio ha estado muy entregado pero poco expresivo.
Con el público totalmente conquistado, Elton John ha abandonado el escenario y, tras unos minutos, ha vuelto para cantar un solo tema más: Candle in the Wind, la canción que le unió para siempre a la memoria de Lady Di y que ha cerrado el concierto, con el estadio en pie y las luces de los móviles en alto.