La oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela aprobó hoy inhabilitar a los partidos y organizaciones políticas que promuevan el “odio” en el país, prohibiéndole, de esta manera, participar en elecciones en caso de que incurran en delitos de intolerancia y “fascismo”.
La medida fue aprobada hoy y es parte de la Ley contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia, que fue votada hoy por unanimidad y entrará en vigor una vez que sea publicada en la gaceta oficial.
El próximo diciembre en Venezuela se celebrarán elecciones municipales, mientras que para el año que viene deben celebrarse los comicios para elegir un nuevo presidente.
Durante la sesión, la ANC explicó que los partidos que “promuevan el fascismo, la intolerancia o el odio nacional, racial, étnico, religioso, político, social, ideológico, de género, orientación sexual (…) y de cualquier otra naturaleza que constituya incitación a la discriminación y la violencia no podrán ser inscritos” ante el Consejo Electoral.
Se estableció, asimismo, que de incurrir en uno de estos delitos también se “revocará la inscripción de aquellos partidos políticos y organizaciones políticas que incumplan” con lo previsto en la ley.
Además se le ordena a las organizaciones contemplar dentro de sus normas “la medida preventiva de suspensión” y de “expulsión” de sus militantes si alguno de ellos incide en los delitos mencionados.
En caso de abstenerse de incluir dichas normas o de iniciar tramitar o decidir oportunamente los procedimientos disciplinarios por estos motivos el Consejo Nacional Electoral revocará su inscripción”, agrega la ley.
Al finalizar la sesión, la presidenta de la ANC, la chavista Delcy Rodríguez, indicó que la ley fue aprobada como un nuevo camino de “espiritualidad” y que es “un homenaje” a los venezolanos que perdieron la vida en las protestas de abril y julio que dejaron más de 120 muertos.
El Gobierno venezolano constantemente culpa a partidos de la oposición, como Voluntad Popular (VP), del opositor preso Leopoldo López, y Primero Justicia (PJ), del presidente del Legislativo, Julio Borges, de promover el odio y llamar a hechos violentos en el país.