El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, anunció en Washington que a partir de enero próximo la isla pondrá en vigor nuevas regulaciones migratorias, entre las cuales se incluye el permitir la entrada de ciudadanos que abandonaron el país caribeño de manera ilegal.
Rodríguez explicó que solo quedarán excluidas las personas que hayan salido a través de la Base Naval estadounidense de Guantánamo, en el oriente cubano, en contra de la voluntad del pueblo y del gobierno de la isla.
Al participar en el IV Encuentro de Cubanos Residentes en Estados Unidos en Defensa de la Soberanía Nacional y Contra el Bloqueo, el canciller explicó que la excepción se debe a los graves riesgos de ese tipo de actos para la seguridad nacional y la propia integridad de las personas que los realizan.
A partir del 1 de enero próximo también se eliminará la habilitación de pasaportes para los viajes a Cuba y se autorizará la entrada y salida de cubanos residentes en el exterior en embarcaciones de recreo por las marinas turísticas internacionales Hemingway, en La Habana, y Gaviota, en Varadero.
Rodríguez, citado por la agencia de noticias cubana Prensa Latina, señaló que una vez creadas las condiciones se ampliarán progresivamente esta actividad a otras marinas, además de que los hijos de cubanos nacidos en el extranjero podrán obtener la ciudadanía de Cuba y contar con la identificación de la isla.
Agregó que estas disposiciones del gobierno cubano dan continuidad a las vigentes desde enero de 2013 como parte de los ingentes esfuerzos en aras de fortalecer aún más los vínculos de la isla con los cubanos residentes en el exterior.
“El gobierno de Estados Unidos cierra y Cuba abre”, afirmó el canciller en referencia a recientes medidas adoptadas por Estados Unidos, como la reducción del personal en las embajadas en las capitales de ambos países, con lo cual se suspendió la entrega de visas estadounidenses en Cuba.