Casi 300 especies de peces, moluscos y otras criaturas marinas cruzaron el Pacífico entre desechos del tsunami de Japón de 2011, llegando con vida a las costas de Estados Unidos, indicaron científicos.
Es la migración marina más grande y larga que se haya documentado, señalaron los autores del estudio y otros expertos. Los científicos y sus colegas recorrieron las playas de los estados de Washington, Oregon, California, Alaska, Hawái y de la provincia canadiense de Columbia Británica y determinaron el origen japonés de las especies. Su arribo puede ser problemático si las nuevas criaturas se afianzan y usurpan a especies nativas, de acuerdo con el estudio publicado en la revista Science.
“Es como una ruleta ecológica”, declaró el autor principal James Carlton, profesor de Ciencias Marinas en Williams College, in Williamstown, Massachusetts.
Pasarán años antes que se pueda saber si las 289 especies japonesas prosperan en su nuevo hábitat y expulsan a las nativas. Los científicos estimaron que aproximadamente un millón de criaturas hicieron la travesía de 7 mil 725 kilómetros (4.800 millas) desde Japón a la costa estadunidense y canadiense del Pacífico, incluyendo cientos de miles de mejillones.
Las especies invasoras son un grave problema en todo el mundo, con plantas y animales prosperando en áreas de donde no son oriundas. En el pasado, invasiones marinas han causado daños a granjas de moluscos, erosionado ecosistemas locales, han generado pérdidas económicas y diseminado especies portadoras de enfermedades, dijo Bella Galil, bióloga marina para el Museo Steinhardt de Historia Natural de Tel Aviv, Israel, que no fue parte del estudio.
Un terremoto de magnitud 9 frente a la costa de Japón desató un tsunami el 11 de marzo de 2011 que arrastró al Pacífico embarcaciones, muelles, boyas y otros materiales construidos por humanos. Los restos se movieron al este junto con una flotilla de especies vivas, algunas de las cuales dieron vida a nuevas generaciones en alta mar.
“La diversidad fue asombrosa”, subrayó Carlton. “Mejillones, anémonas, corales, cangrejos, toda una amplia variedad de especies, realmente un muestrario de fauna japonesa”.
Los científicos compilaron y analizaron los desechos que llegaron a la costa oeste estadunidense y a Hawái en los últimos cinco años, con nuevas piezas arribando el miércoles a Washington. Los restos cruzaron el océano con la corriente del Pacífico Norte, como lo hacen otros objetos de vez en cuando, antes de moverse más al norte con la corriente de Alaska o al sur con la corriente de California. La mayoría llegó a Oregon y Washington.