Una bomba de fabricación casera en una estación de metro en Londres dejó a un vagón en llamas y 29 personas heridas, aunque aparentemente no explotó completamente.
Este es el quinto incidente importante terrorista en Reino Unido este año.
Los pasajeros que viajaban en un tren con destino a la capital británica huyeron cuando las llamas empezaron a propagarse dentro de un vagón en la estación de Parsons Green, en el oeste de Londres, a las 8:20 horas locales.
Algunas personas sufrieron quemaduras y otras resultaron lesionadas durante la estampida que se generó para escapar del lugar, pero funcionarios de salud aseguraron que ninguno estaría en estado grave.
Estamos persiguiendo a los sospechosos”, indico el máximo oficial antiterrorista, Mark Rowley.
Alguien colocó este artefacto explosivo improvisado en la red del Metro: en esta etapa tenemos que tener la mente abierta sobre él y potenciales asociados”, agregó.
Cientos de detectives y funcionarios de inteligencia estaban involucrados en la búsqueda de los responsables.
Rowley no respondió si el presunto autor había estado en el tren.
La primera ministra británica, Theresa May, regresó a Londres para encabezar una reunión del comité de respuesta de emergencias.
En 2005, 52 personas murieron en ataques perpetrados por cuatro islamistas británicos en tres trenes de metro y un autobús de Londres.
Denominó el incidente como un ataque cobarde y dijo que el nivel de amenaza a la seguridad nacional se había elevado a “crítico”, el más alto.
El autodenominado Estado Islámico (EI), que ha dicho que estuvo detrás de varios ataques en ciudades occidentales en los últimos años, se declaró responsable del incidente a través de su agencia de noticias, Amaq.
No es posible verificar la reivindicación, ya que Amaq no entregó evidencias.
Funcionarios de inteligencia occidentales han cuestionado afirmaciones similares en el pasado, diciendo que, aunque la ideología del EI podría haber inspirado a algunos atacantes, hay escasas evidencias de que haya orquestado los ataques.