CANCÚN, QUINTANA ROO, 05JUNIO2016.- Copiosa participación en la jornada electoral en donde se habrá de elegir gobernador de la entidad.
FOTO: ELIZABETH RUIZ /CUARTOSCURO.COM

En las elecciones del domingo pasado quedó claro que para 2018 el Partido Revolucionario Institucional no tiene la victoria asegurada, plantearon especialistas consultados por SinEmbargo: los comicios que vienen, a partir de los celebrados el 5 de junio, avizoran batallas reñidas, participación del electorado y, con más y mejor competencia, hasta una posible derrota del tricolor en los próximos comicios federales.

Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo).– El Partido Revolucionario Institucional (PRI) recibió el 5 de junio un golpe que no esperaba: no se llevó el carro completo, como llegaron a decir sus líderes, y en cambio sí un descalabro que le manda un mensaje claro: el tricolor podría perder la Presidencia de la República en 2018, coincidieron politólogos consultados por SinEmbargo.

“El poder desgasta y ha sido un golpe de castigo después de malos gobiernos. La población finalmente decidió cambiar y elegir la opción que le parecía más viable, en algunos casos el PAN en alianzas con el PRD [Partido de la Revolución Democrática], simplemente fue un agotamiento de los gobiernos malos del PRI, un voto de castigo. Es lo más normal de las democracias que se den los votos de castigo después de tantos años bajo los gobiernos del PRI y éstos eran cada vez más malos: todo el desgaste de Veracruz, Tamaulipas, la complicidad con el narco, la gente se hartó”, dijo Jorge Chabat, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

El académico expuso que el priismo en el país “debe estar preocupado”, pues esperaba ganar 12 gubernaturas y sólo obtuvo cinco. El factor local fue fundamental, aunque también influyó en el voto el desempeño del Gobierno federal a cargo del Presidente Enrique Peña Nieto.

La elección del próximo Presidente de la República será muy similar a la de este año, añadió el académico: muy peleada y sin grandes diferencias entre el primero, segundo y tercer lugar.

La reconfiguración de los partidos políticos que se dio a raíz de los comicios pintó de azul la mayoría de los estados de la República que antes lucían los colores priistas. El PRI perdió siete de las 12 gubernaturas en juego –entre ellas bastiones históricos y de importancia clave en una elección federal– y se llevó cinco.

Entre las pérdidas del partido en el poder federal están tres de sus principales bastiones: Veracruz, Quintana Roo y Tamaulipas. Uno de ellos, el puerto veracruzano, representaba para el priismo un importante coto de poder, pues se trata de la tercera entidad con el mayor número de votantes en el país después del Distrito Federal y el Estado de México.

El PRI perdió también Chihuahua frente al Partido Acción Nacional (PAN): fueron los pésimos gobiernos de los dos Duarte –Javier Duarte de Ochoa en Veracruz y César Duarte Jáquez en Chihuahua–; Roberto Borge Angulo en Quintana Roo y los políticos acusados de estar aliados con el narcotráfico en Tamaulipas los que sacaron al PRI del poder, afirman los expertos.

Al respecto, Lorenzo Meyer Cossío, historiador y politólogo del Colegio de México (Colmex), explicó que la elección de este domingo fue un ensayo rumbo a 2018, en donde se juega el regreso y la persistencia del PRI.

“Visto desde las alturas, más allá de lo local, lo del domingo fue un ensayo de 2018 en donde lo que se juega básicamente es que el PRI renazca y si tuvo 71 años seguidos en el poder, su proyecto es quedarse más o menos lo mismo en el Siglo XXI. Entonces, varias generaciones nos podemos despedir de la vida democrática en México. Si el PRI regresa y se consolida en el 2018, no habrá Dios que lo saque de ahí”, consideró Meyer Cossío.

Eduardo Huchim May, experto en el sistema político mexicano y ex consejero en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), coincidió con Jorge Chabat y agregó que “el gran derrotado de la elección se llama Enrique Peña Nieto”.

“El PRI, con Manlio Fabio Beltrones a la cabeza, tuvo que remar a contracorriente en esta elección, porque su principal figura encabeza un Gobierno en el que hay sospechas fundadas de corrupción. Donde se ve el conflicto de interés que implicó la ‘casa blanca’, aunque el Secretario de la Función Pública no vea ese conflicto, y también la preferencia notoria que tiene por un grupo empresarial: el Grupo Higa. A estos problemas, además, hay que agregar la corrupción acompañada de impunidad, y la ineficacia del Gobierno federal en sus políticas públicas, tanto en materia de seguridad como en la económica, donde tenemos un endeudamiento importante que me hace recordar épocas pasadas, de verdadero desastre económico del país”, explicó.
Para Huchim May, en 2018, “en definitiva”, el PRI podría perder la Presidencia de la República ante un PAN que toma ventaja y una izquierda que sólo si va unida podría dar la batalla.

“Hay mensajes para los distintos partidos rumbo a 2018 en esta elección. Yo veo que funcionó para bien el voto de castigo hacia el PRI y sus gobernadores. Yo creo que en la derrota del PRI está inmersa la corrupción, el autoritarismo, los malos resultados de algunos gobiernos, específicamente en el caso de los dos Duartes –el de Veracruz y Chihuahua– y de Roberto Borge en Quintana Roo, que para mí es el trío de los peores gobernadores del PRI que recibieron una lección en estos comicios. Habría que esperar –como lo han prometido los respectivos candidatos que ganaron– que los lleven a juicio para que respondan por las violaciones a la Ley que hayan cometido en el ejercicio de su cargo”, dijo.

Aunque se especula que Manlio Fabio Beltrones, presidente nacional del PRI, podría renunciar a su cargo en los próximos días por los malos resultados de la elección del domingo pasado, los analistas coinciden en que el priista poco pudo hacer ante la ineficacia de los gobiernos del PRI.

“Yo veo a Manlio como un presidente del PRI inteligente y eficaz. Lo que no pudo hacer Beltrones es vencer la corrupción, la impunidad, el autoritarismo, los malos resultados en los gobiernos estatales y la baja valoración que tiene el Presidente de la República; con eso no pudo Beltrones, pero no habría podido ni él ni ningún otro. Entonces tratar de centrar la responsabilidad de la derrota en el presidente del partido sería erróneo. El liderazgo de Beltrones es fuerte, no veo en este momento en el PRI a alguien que pueda llenar el vacío que eventualmente pudiera dejar. Yo creo que sería un error, pero claro hay que tener presente también que Manlio Fabio es un presidenciable, en consecuencia dentro del Gabinete de Peña Nieto no lo quieren ahí ni el Secretario de Gobernación ni el de Educación ni el Gobernador del Estado de México, por ejemplo”, expuso Huchim.
Jorge Chabat agregó que el PRI deberá evaluar qué tanta culpa tuvo Manlio Fabio Beltrones en el descalabro del partido en los comicios del domingo.

“Qué tanto es culpa de los malos gobiernos y qué tanto, quitando a Beltrones, se puede resolver el problema que es más de fondo: si tu tienes gobernadores malos durante mucho tiempo, en algún momento pierden. No creo que quitando a Beltrones resuelvan el problema de fondo: los malos gobiernos, además de que a nivel federal las cosas no han salido como quisieran”, detalló.

EL ABSTENCIONISMO SERÁ GRANDE

Javier Sicilia Zardain, poeta y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, opinó que el PRI perdió en los comicios por “negar la realidad” sobre sus gobiernos, lo que generó un “desprecio por parte de los ciudadanos”.

Sin embargo añadió que no sólo el PRI fue golpeado en esta elección: la población no salió a votar. El abstencionismo de la elección del domingo revela el cansancio, el hartazgo y la pérdida de confianza de los mexicanos en los partidos políticos.

En 2018, el abstencionismo podría sorprender al país, como lo hizo en esta ocasión en la Ciudad de México, agregó.

“Es un Estado corrompido con el crimen organizado, la elección es un ilusión, cambian y reciclan, pero el problema es que la nación necesita una refundación y eso son simplemente ilusiones que terminan por estrellarse con la realidad: el crimen, la inseguridad, la criminalización de las víctimas. La protesta irá en aumento, entonces que el PRI salga de Los Pinos es muy factible, pero quien lo sustituya sería la misma historia. Ya vimos lo que hizo Felipe Calderón [ex Presidente de la República]. Ojalá llegue Morena para que acabemos de decepcionarnos. Lo que me queda claro es que la clase política y los partidos ya no significan nada para los ciudadanos porque el abstencionismo es altísimo. En 2018 los ciudadanos debemos darle la espalda a los partidos”, dijo al referirse a la baja participación en la Ciudad de México en donde fue de 28.36 por ciento.

Investigación especial por:  Sin embargo,   Shaila Rosagel

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