Este gran deseo de Adrián condujo a sus padres a realizar una corrida benéfica para recaudar fondos para la Fundación Oncohematología Infantil, donde también el pequeño conoció a sus toreros favoritos.
El evento y el sueño de Adrián iban muy bien hasta que la noticia saltó a las redes sociales y el odio se hizo presente, pues Adrián y sus padres fueron acosados por Facebook y Twitter por personas que luchan a favor de la vida de los animales.
Estas personas le desearon la muerte a Adrián para que no se convirtiera en un asesino.
Los mensajes de odio alarmaron a la comunidad, toreros y padres del pequeño que dijeron que “el debate de taurinos y animalistas debería estar al margen cuando se trata de un niño de ocho años que está luchando con una grave enfermedad como es el cáncer”.
Los mensajes y los perfiles de las personas que desearon la muerte del pequeño fueron borradas, y ahora se inicia un juicio contra ellos.