José Luis Ramírez, entrenador de la selección nacional juvenil de taekwondo, consideró que México debe subir al podio, dado el nivel de cada uno de los competidores, en el Campeonato Mundial de la categoría, el cual se realizará en abril en Túnez.
Descartó que ello genere una obligación en cada uno de los contendientes, pero sí dejó en claro que hay talento para aspirar a una presea de entre los 20 seleccionados nacionales.
“En el Mundial la idea es meternos en la zona de medallas y queremos volver a conseguir esas preseas de oro, que no se logran desde 2010, cuando el evento se realizó en México (Tijuana), por eso queremos regresar a la senda del triunfo”, expuso.
Ramírez apuntó que en cada uno de los seleccionados hay hambre de triunfo y así lo han demostrado en las competiciones de la división en este año, “todos están con esa posibilidad, hay que ver cómo se presentan en el escenario”.
La última vez que se consiguió medalla de oro en un Mundial Juvenil fue en la edición de Tijuana 2010, donde Carlos Navarro y César Rodríguez se subieron a lo más alto del podio en sus respectivas categorías.
Indicó que cada uno de los atletas va con esa convicción y en ambas ramas se tiene gente con nivel para afrontar el compromiso con buenos resultados, “sabemos que es difícil, pero no es imposible, cada uno de los muchachos sabe hasta dónde quiere llegar”.