Andrés Manuel López Obrador demandó al Senado de la República restituir en su cargo de fiscal electoral de la PGR a Santiago Nieto Castillo porque su remoción “fue un acto autoritario y una represalia” por parte del gobierno federal.
Además, desde Navolato, Sinaloa, el dirigente de Morena anunció que “estará muy pendiente” del proceder de los senadores de su partido en este tema así como de la de los legisladores del Partido del Trabajo, debido a que se debe entender que “no es un acto fiscalización sino que Morena es un referente moral”, que no puede avalar actos autoritarios como el pretender frenar las investigaciones de los presuntos sobornos de Odebrecht a funcionarios mexicanos durante la campaña presidencial del PRI en el 2012.
“Hago un llamado a los senadores del PAN, del PRI para que actúen de manera consecuente y nada de querer que se vote en secreto para que los ciudadanos no nos enteremos, este es un asunto que demanda mucha transparencia, que cada senador exprese si está favor o en contra de la destitución del fiscal, con toda claridad y que no vaya a resultar que el día de la votación se enfermen, se ausenten o cualquier otra cosa que pongan como pretexto”, apuntó ante militantes de Morena en Sinaloa.
El aspirante presidencial aprovechó el arranque de su gira por Sinaloa para “protestar enérgicamente” por la persecución que se ha desatado hacia los dirigentes del Partido del Trabajo, quienes en junio de este año decidieron apoyar a Morena en su camino al 2018.
De acuerdo con López Obrador, dicha determinación “enfureció” a los de la mafia del poder y derivó en la creación de las investigaciones ministeriales contra la cúpula petista.
“Ahora se les está acusando de actos de corrupción cuando es una vil venganza, represalia; les decimos desde Navolato a los dirigentes del PT que no están solos, los vamos a defender y le decimos a Enrique Peña Nieto que eso no es actuar como hombre de estado”, resaltó ante seguidores.
En el tema de la reforma educativa, el presidente nacional de Morena ratificó la posición de que en caso de que su movimiento triunfe en el 2018, “la mal llamada reforma educativa será derogada” porque no tiene que ver con mejorar la calidad de la enseñanza, sino que es un mecanismo para someter al magisterio.